LA RUTA DEL SOL
Carlos Gutiérrez Recio


La inocencia, ingenuidad y desconocimiento de la política
provocó que don Panchito Madero cayera en la trampa orquestada por los
militares y los porfiristas que se habían quedado en el poder, al no hacerle
caso el hombre originario de Parras al otro hombre nacido en Cuatro Ciénegas
que le había dicho: Revolución que transa es Revolución perdida.
El señor Madero era exageradamente bueno, por su mente
jamás pasó la duda de la maldad, no obstante que desde un principio desconfió
de Victoriano Huerta, al final le dio el poder suficiente para que éste lo
traicionara en forma tan villana que por ello los redactores le pusieron el
mote de chacal, pero fue después de haber abandonado la presidencia.
Consta en documentos la bondad de don Francisco, no
obstante que la confirmación todavía está por comprobarse, algunos veteranos
afirman que el primer presidente democrático de México, era ahijado de don
Porfirio Díaz, si tomamos en cuenta que su abuelo don Evaristo Madero había
sido gobernador de Coahuila y gente muy cercana al dictador.
Lo que si podemos comprobar es que cuando salió
desterrado el héroe de la Batalla del dos de abril, así como el juarista que
entró a la ciudad de México a la caída de Maximiliano en Querétaro, fue
pensionado por don Panchito asignándole la cantidad de 700 pesos mensuales,
gracias a los servicios prestados al ejército durante 40 años.
Don Porfirio Díaz Mori, donó esa cantidad para el
sostenimiento de los cadetes del Heróico Colegio Militar y cuando viajó a
Veracruz para tomar el Ipiranga rumbo a Paris en un viaje sin retorno, quien lo
escoltó fue Victoriano Huerta entonces general brigadier. Al despedirse le dio
el alto honor de ser el defensor del Escudo Nacional.
Desde entonces Huerta creyó que era el elegido para
substituir a don Porfirio por la confianza que le depositó antes de partir
hacia Europa, luego don Francisco lo designó Jefe de la División del Norte para
venir a derrotar a Pascual Orozco, regresando a México donde el señor Madero lo
ascendió a general de división. Lo demás, también muchos lo sabemos.
En esta columna aparece una copia de la carta enviada
a don Arturo Borrego, al administrador que tenía en Cuatro Ciénegas (se dice
que era medio hermano), donde le menciona la venta de cera de candelilla, el
escrito está fechado y firmado el cuatro de enero de 1913, a un mes con 18 días
de ser asesinado, el hombre estaba más metido en sus negocios que en su
seguridad.

Inclusive cuando fue aprehendido junto con Pino
Suárez, el canciller cubano tenía dispuesto un barco para trasladar al Apóstol,
su esposa Sarita, sus padres y hermanos (menos Gustavo, que había sido
ferozmente masacrado el 19 de febrero, por los golpistas en la Ciudadela), pero
el embajador norteamericano les jugó el dedo en la boca.

Pasando a cosas ignorantes, los artistas y algunos que
se dicen historiadores están haciendo trizas los verdaderos acontecimientos de
la Revolución Mexicana y a las pruebas me remito: por los ocho murales pintados
en el Congreso del Estado, que plasmó Gerardo Beuchot Puentes, según se dice
tuvo un costo de dos millones de pesos la obra mencionada.


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