CONSTITUCIONES DE 1857
Y 1917


La secuencia de acontecimientos que
motivaron la promulgación de las leyes vigentes se remonta a los movimientos
revolucionarios de los coahuilenses Francisco I Madero y Venustiano Carranza.
El primero se opuso a una adición constitucional, sobre la reelección del poder
ejecutivo, añadida a la de 1857, durante el primer periodo presidencial del
Gral. Porfirio Díaz, quien abusó para utilizarla en provecho suyo y de sus
simpatizantes, para sus reelecciones posteriores. Hasta que, Madero interpretó,
en forma valiente, el disgusto popular y encabezó un levantamiento contrario al
régimen, convertido en dictadura.

Este acontecimiento avergonzó al pueblo
de México, pero los gobernadores de los estados reconocieron al usurpador,
excepto el de Coahuila, don Venustiano Carranza, quien autorizado por la
legislatura de su entidad, se opuso a las autoridades espurias, con el
propósito de restituir el orden legal y enarbolar los principios
constitucionales.
En efecto, el 19 de febrero de 1913, el
gobernador Carranza dio a conocer la resolución tomada por la XXII Legislatura
del Estado de Coahuila, para desconocer a Huerta como presidente de México y
para conceder facultades extraordinarias al ejecutivo coahuilense, en todos los
ramos de la administración pública, así como para que procediera a armar
fuerzas con objeto de coadyuvar al sostenimiento del orden constitucional en el
país. También, en ese documento, se incitaba a los gobernadores de las demás
entidades y a jefes de tropas federales para secundar las medidas tomadas en
Coahuila. Los gobiernos de Sonora, San Luis Potosí y Aguascalientes,
simpatizaban con la idea de Carranza, pero no respondieron de inmediato.
Carranza, acompañado por un pequeño
grupo de correligionarios, emprendió una marcha desde Saltillo, en el extremo
sureste de su entidad, hacia el norte. Camino a Monclova, se detuvieron en la
hacienda de Guadalupe, donde fieles seguidores elaboraron un plan para
desconocer a Victoriano Huerta como Presidente de la República, a los poderes
de la federación y a los gobiernos estatales que continuaran
reconociéndolos; a la vez, se designó la
creación del Ejército Constitucionalista y la denominación de Venustiano
Carranza como su Primer Jefe, el 26 de marzo de 1913. Días después, Adolfo de
la Huerta, otros sonorenses y chihuahuenses se adhirieron a ese plan en el
cuartel general de Monclova, donde se firmó un convenio, el 18 de abril de ese
año.
Posteriormente, en ese cuartel, Carranza
emitió un decreto para crear siete cuerpos del Ejército Constitucionalista, distribuidos
en toda la extensión territorial del país. Luego, las acciones bélicas iniciaron
en Candela, donde hubo un triunfo para los sublevados, pero al mismo tiempo los
huertistas dirigieron un nutrido ataque a Monclova, para desalojar a los
insurrectos. Ante la amenaza, Carranza siguió a su pueblo natal, Cuatro
Ciénegas, para continuar a Sonora.
En Hermosillo, Carranza reveló sus
intenciones de elaborar una nueva Constitución, fundar un nuevo banco de Estado
y promulgar leyes favorables a campesinos y obreros, pero sobretodo reafirmar
el sentido de soberanía nacional.
No obstante, empezaron las divisiones y
contrariedades entre los caudillos de la Revolución, unos llegaron a desconocer
a Carranza, nombraron otros presidentes en una convención celebrada en
Aguascalientes. Los ataques armados, obligaron al caudillo constitucionalista
trasladar su gobierno al puerto de Veracruz, donde residiría hasta octubre de
1915.
Así, el 5 de febrero de 1917, en el
Diario Oficial de la Federación fue publicada la promulgación de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos por el C. Venustiano
Carranza, Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Encargado del Poder
Ejecutivo de los Estados Unidos Mexicanos, cuando hizo saber que, en atención a
una convocatoria, diputados representantes de los estados y territorios del país
se reunieron para conformar el Congreso Constituyente, en el Gran Teatro
Iturbide, ahora Teatro de la República, en Querétaro, del 1° de diciembre de
1916 al 31 de enero de 1917, quienes analizaron, modificaron y reestructuraron
las leyes anteriores, para adaptarlas a la nueva realidad social y política de
México; luego, redactaron una nueva legislación. Por ese motivo, se expidió el
decreto para reformar la anterior Carta Magna de 1857 y regir a la nación con
los nuevos preceptos de 1917.
R.W.B
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